Perfectamente imperfecta.

Empecé este post en marzo del año pasado, y aquí estamos, a 2 de enero, y sigue oculto.

He releído un artículo que compartió una amiga en facebook hace un tiempo (El valor de ser mediocre), que me hizo reflexionar en su momento y me ha vuelto a hacer pensar ahora, y es que no todo lo que hacemos tiene que ser perfecto, hay que disfrutar de las cosas que nos gustan y no por ello tenemos que ser los mejores del mundo haciéndolas, ni siquiera tenemos que ser aceptables, por esa simple razón, porque nos gustan, porque disfrutamos en ese momento, de esa actividad y no hace falta nada más.

Y aquí estoy yo, con unas ganas de hablar que me muero y sin hacerlo, por miedo al rechazo, al no gustar o a la desaprobación, con miedo a no hacerlo perfecto.

"Permitirte hacer únicamente aquello en lo que sobresales es atraparte en una jaula cuyos barrotes no están hechos de acero, sino de tus propios prejuicios." Tim Wu.

Y es que mi mayor reto siempre ha sido escribir, escribir y expresarme con palabras.

Siempre he pensado que soy una persona 100% visual y que con eso puedo expresarlo todo, pero hace tiempo que quiero empezar un blog y escucharme de una manera diferente a la que estoy acostumbrada.

Por eso he decidido escribir, sobre las cosas que me gustan, sobre proyectos que tengo en mente, mis pensamientos, organizar de alguna manera todas las ideas que tengo en la cabeza y ordenar todas mis libretas con un sin fin de página con listas, tareas y objetivos que se quedan en simples hojas escritas con tachones y sin ningún tipo de orden ni prioridad.

Mi propósito con este blog es hacer de todo esto un seguido de posts, para poder leerlos y releerlos para mejorar mi expresión y mi escritura. Dejar las cosas por escrito para no olvidarme de ellas. Y sobre todo, hablar conmigo y disfrutar, plantearme el porqué de cada palabra y mejorar en cada entrada de este blog.

Sin miedos y sin prejuicios, ser yo.

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Empecemos por el principio.